El programa de seguridad alimentaria “Nutriendo el futuro para la paz” se evaluó hoy en el Consejo Departamental de Política Social, luego de su implementación en abril de este año. La Gobernación de Caldas invierte 2.000 millones de pesos en el proyecto. En total, entre el ICBF y la Administración Departamental, se atienden a 640 beneficiarios.
En la actualidad se benefician madres gestantes con bajo peso y niños con desnutrición aguda en 12 municipios. Ahora, la iniciativa llegará a Palestina, Manizales y al resguardo indígena de San Lorenzo, en Riosucio, anunció el secretario de Integración y Desarrollo Social de Caldas, Juan Felipe Álvarez Castro. Agregó que aumentarán en 63 cupos más la oferta de la Gobernación de Caldas.
El programa de seguridad alimentaria “Nutriendo el Futuro” se ejecuta en Aguadas, Filadelfia, Salamina, Pácora, La Merced, Chinchiná, Supía, San José, Villamaría, Risaralda, Marmato y Viterbo. Entre tanto, “1.000 días para cambiar el mundo”, del ICBF, cubre municipios diferentes.
La atención consiste en la entrega de un alimento de alto valor nutricional, acompañamiento técnico de nutricionistas, trabajadoras sociales, pedagogos, auxiliares de enfermería, entre otros profesionales que atienden el núcleo familiar, indicó el secretario.
La nutricionista de la Territorial de Salud de Caldas, Estefanía Suárez, afirmó que la selección de la población beneficiada obedece a un trabajo del Observatorio Social, por medio de la estrategia de Atención Primaria Social (APS), y de los datos de vigilancia nutricional.
Concluyó que la cobertura del programa es del 78%, por lo que se ampliará a otros municipios de Caldas con índices altos de pobreza.