“Desafortunadamente en algunas zonas rurales no hay agua potable. Por eso permanentemente hacemos algunas recomendaciones para que esa agua, antes de ser utilizada en la preparación de alimentos, sea hervida y así minimizar los riesgos del consumo”, indicó Luis Ernesto Ayala, coordinador del grupo de salud ambiental DTSC.
De acuerdo con el profesional, esta es una recomendación más allá de la presencia del COVID-19 y se pide acatarla para evitar enfermedades que requieran tener que ir a un centro asistencial.
Según Ayala, las instrucciones para cuando el agua presenta niveles de turbiedad son:
- Recolectarla primero en recipientes
- Dejarla en reposo para que haya sedimento
- Cuando ya esté sedimentada, pasarla a otro recipiente para proceder a hervirla.
- Después de hervirla, si tiene posibilidad, aplicar una o dos gotas de cloro por litro del líquido para su desinfección.
- Tenerla en reposo de 15 a 20 minutos y queda lista para utilizar.